Es una cuestión recurrente: la preferencia de algunos por hacer las mezclas con mínima agitación y acelerar el proceso de maceración con un limpiador por ultrasonidos como los utilizados en joyería, o más profesionalmente, los utilizados en laboratorios para limpiezas de superficies y disolución rápida de sólidos en líquidos.
Otros los usan sólo para desgasar las mezclas tras una agitación manual enérgica, y así retiran el aire disuelto (mayormente como pequeñas burbujas) susceptible de oxidar componentes del aroma o la propia nicotina, si se usa, en la maceración prolongada que viene después.
Otros calientan, al baño maría, con microondas, etc., los componentes a temperatura moderada e inician la mezcla. Los gases son menos solubles en líquidos calientes, y la viscosidad de los líquidos disminuye con la temperatura, y ambos efectos son positivos para la mezcla y posterior maceración. En estos casos hay quien teme que la temperatura pueda desvirtuar algo, y no están desencaminados.....
Vamos a entrar en algunos detalles....